Porque las mejores cosas de la vida no son fáciles.
Porque las segundas oportunidades existen.
Porque no hay que dejar de perseguir los sueños.
Dos personas.
Una pareja.
Ella, determinada y con las metas claras.
El, tozudo y cabezón como nadie. Convencido de llevar siempre la razón.
Se quieren, pero no son capaces de dar su brazo a torcer.
¿Qué puede salir mal?
¿Tomarán buenas decisiones?
¿Serán capaces de darse a sí mismos la oportunidad que se merecen?
Porque en esta vida, las amistades, las preocupaciones y los traumas, nos enseñan que nadie es perfecto y que lo realmente valioso, cuesta; pero que aun así el esfuerzo vale la pena.
¿Podrán ellos verlo antes de que sea demasiado tarde?