Su vida la marcó el escándalo.Cuatro años atrás Adriana Bramson fue casi plantada en el altar, y aún era un tema de conversación en las tardes de té. Pesa a aquel hecho, Adriana estaba feliz siendo una solterona y escribiendo su famosa columna de chismes. No tenía intención alguna de volver a casarse, y no solo porque ya no hubiera propuestas, sino porque no quería volver a enamorarse y decepcionarse. Cuando Andrew Blane se interpuso, literalmente, en su camino, ya nada volvió a ser igual. El canalla despreciable puso su vida patas arriba, pero ella no estaba dispuesta a dejar las cosas como estaban. Andrew Blane era un sinvergüenza que vivía con la culpa de la muerte de su padre atormentándolo. Cuatro años después, descubre que hay una cláusula en su testamento, donde indica que si no se casaba antes de los 30 años, toda la fortuna que le había legado pasaría a manos de un familiar lejano. Poco dispuesto a dejar que lo que tanto trabajo le había costado levantar se fuera de sus manos, incia la busqueda de una esposa dispuesta a casarse en el corto período de un mes. Cuando Adriana Bramson tropieza con él en aquel baile de mascaras, Andrew Blane ve la solución de sus problemas, aunque tenga que recurrir al chantaje y confirme lo que todo el mundo, incluida su propia hermana, piensan de él, que es un desgraciado. Dos corazones atormentados que encontrarán refugio y salvación en el otro, ¿naciendo un hermoso amor? Todo puede ocurrir en Una temporada de escándalo.