¿Quién hubiera pensado que un baile absolutamente inocente en el evento de baile de Lady Vickery arruinaría el debut en sociedad de Violet Sunthorpe? El baile, con una pareja cortés pero en gran medida desinteresada, no había sido en absoluto notable, pero lo siguiente que ella sabe es que la han humillado. Toda la sociedad le da la espalda y no entiende por qué.
Recién heredado su título, Wynn, ahora conocido como Lord Tullmarche, se ha vuelto de pronto sumamente interesante para todas las matronas con jóvenes damas a su cargo para casarlas. En principio, él no puede ser seducido, pero la etiqueta le obliga a bailar con una pueblerina totalmente inocente, que no podría ser más diferente de la compañera de lengua mordaz que él tiene.
Resulta que las consecuencias para esta chica son graves, ya que la competencia feroz y los celos intentan desviar la atención de él. Semejante manipulación no se puede soportar, y debe tomar medidas para recuperarla, sin embargo, ella no confía ni en él ni en sus intenciones. Así, este cruel acto consigue lo contrario de lo que se pretende, ya que ella atrae la atención de él a cada paso.