¿Por qué algunos viven mientras otros perecen? Pequeños niños, viejos, hermosas chicas. En las cámaras de gas de Treblinka, todos son iguales. Los nazis mantuvieron los fuegos de Treblinka ardiendo día y noche, un engranaje central en la rueda de la Solución Final. No había pretensiones de trabajo aquí como en Auschwitz o Birkenau. Solo una plataforma de tren y un camino cubierto de arena. Un camino que solo conducía a la muerte. Pero no para Chil Rajchman, un joven que sobrevivió trabajando como “barbero” y “dentista”, desconsolado por presenciar atrocidades tras atrocidades. Sin embargo, logró sobrevivir para poder decirle al mundo lo que había visto. Cómo encontró el vestido de su hermana pequeña abandonado en el bosque. Cómo se vio obligado a extraer dientes de oro de los cadáveres. Cómo todas las noches tenía que cubrir las fosas de los cuerpos con arena. Cada mañana, la sangre de miles aún salían a la superficie.