Enterró a su hijo.
Pero acaba de verlo vivo.
Hace un año, se encontró el cuerpo de Alex Towne.
Hace un mes, su madre lo vio en la calle.
Hace una semana, David Raker aceptó investigarlo.
Ahora, desearía no haberlo hecho.
El hijo de Mary Towne, Alex, desapareció hace seis años. Cinco años después, se encontró su cadáver calcinado en un accidente de coche. El investigador de personas desaparecidas David Raker cree que la mujer es incapaz de dejar marchar a su hijo, pero, atormentado por su propia pérdida, acepta a regañadientes reabrir el caso.
Gran error.
A medida que va indagando, descubre que en el pasado de Alex hay secretos que nunca debieron descubrirse y hombres oscuros y peligrosos dispuestos a matar para protegerlos.
Pronto, Raker se dará cuenta de que hay cosas mucho peores que la muerte