Una remitente enamorada de su destinatario.
Un destinatario que no sabe quién está detrás de las cartas.
La mayor virtud de Primrose Insley es la elocuencia, pero ni un solo hombre se queda a charlar para descubrirlo; todos huyen despavoridos en cuanto aprecian las manchas de su cuerpo. Ante la vida solitaria que la espera, la oportunidad de iniciar un inocente romance epistolar en nombre de su amiga se le presenta de lo más suculenta… y ella no es tan fuerte como para resistir la tentación.
Para Sean Connor , la joven con la que mantiene correspondencia no es ningún pasatiempo. Sabe que se casará con la susodicha en cuanto viaje a Inglaterra para atender unos asuntos relativos a su herencia. No solo es sagaz y tierna, sino que, además, su belleza le dejó sin aliento la única vez que se cruzaron. Está convencido de que no encontrará otra mujer como la señorita Verity Burton.
Cuando Sean y Prim coincidan en la escuela de señoritas, las vendas caerán, dejando el engaño a la vista. ¿Sobrevivirá el amor a pesar de un mal comienzo?