Soy por el que los niños lloran por la noche y las madres se confiesan a la mañana siguiente.
El mismo que grabará las fauces en el interior de tus muslos.
Ese al que llaman Bestia.
Bella huye del pueblo y de un matrimonio al que no está dispuesta a someterse, sin embargo, al perderse en el bosque y caer sobre unos rosales, todos sus planes de salir victoriosa de una vida no deseada, se van a la basura.
Los rosales son propiedad de Bestia, un brujo condenado, que además es caníbal y que la rapta como pago por cada rosa caída.
Lo que no imaginaba era que cuando su prometido, fuera en su rescate, terminara también en las garras de ese despiadado y loco asesino.
Este cuento es altamente tabú a pesar de ser de lectura rápida.
Abstenerse gente sensible y que no le gusten las narraciones explícitas.