La Malparida es una poderosa máquina de narrar sostenida en una lengua filosa que dice lo suyo a contrapelo de los tiempos que corren.
Marzo, 1870. Un viaje entre Nueva Palmira y San Fernando cambió la vida de Emilia Burton para siempre. Su barco fue abordado por la banda del Correntino «Malo», un marginal que sin reparos pasó a degüello a todos los pasajeros. A todos, menos a Emilia y a María del Carmen Rivero, una partera que viajaba con su pequeña de ocho años. En nada, la «Marica» Rivero pasó a ser amante del verdugo de su hijita y a liderar una de las más feroces bandas de piratas del delta del Río de la Plata.
Como testigo y como parte, Emilia –la cautiva– escribe su bitácora. Cala profundo en una naturaleza que es refugio y a la vez ahogo, se abisma en esa figura endiablada y salvaje que llegó a ser temida como pocas: la Malparida.
Inés Arteta ancla en una historia real para redimensionarla en una ficción que lo pulveriza todo.