Steven Bellamy, conde de Northland , no ha podido conseguir a la esposa ideal, por lo que acepta que alguien más la escoja por él; sin embargo, concluye que aquello fue un error al conocer a la dama adecuada: Berenice.
Lady Berenice Hendricks , hija del conde de Montgomery y sobrina de lord Nottingham, comenzaría su temporada social, pero con la idea de encontrar al hombre de sus sueños: el dueño de un broche que cogió en un accidente años atrás.
¿Qué ocurrirá con Steven cuando la dama más hermosa le devuelva su broche? ¿Será capaz de conseguir escapar del yugo que se impuso?
«—¿Peligros como yo?
—Según mi percepción usted no es un peligro, soy más peligrosa.
—No me atrevo a poner eso en duda. Eso es algo encantador. Tengo amigos casados con damas excepcionales y ninguna es común. Es un reto, pero son felices. Quiero ser como ellos.
—Puede serlo, solo es cuestión de encontrar a la mujer correcta.
Al decir eso, Berenice lo miró a los ojos como si le rogara que la tomara en cuenta, que ella era esa persona perfecta y excepcional.
—Si no distribuye esas cartas, aquí ocurrirá un verdadero robo, Miranda, y no hablo de algo material —alegó Steven que estaba a poco de arrojarse sobre los labios de esa mujer que era especial en todo lo que hacía. Necesitaba que ella estuviese en su vida y que nunca saliera de ahí.
—¿Qué me robará?
—Soy capaz de arrebatarle un beso y arriesgar mi vida por eso. Usted comprende que esto que hacemos al encontrarnos en un lugar lejos de todos es algo inapropiado. Debíamos conocernos en un salón de baile, pero los tiempos de la locura son perfectos y no podría decidir una mejor manera de conocerla que desmayarme de un susto. Reparta esas cartas antes de que la tentación me consuma y no pueda ser consciente de mis actos, el que avisa no traiciona … »
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