Su madre es el amor de su vida.
Hasta que conoce a su hermanastro.
Durante años, Finley y su madre solo se han tenido el uno al otro. Ahora ella se va a casar y se van a mudar a la mansión despampanante de la que su padrastro no para de presumir. Encima el tío es un homófobo que no quiere que Finley le restriegue (por llamarlo de alguna forma) su homosexualidad a su hijo.
Como si él quisiera algo con dicho hijo. Ni loco se fijaría en alguien con quien este señor comparta ADN.
Aunque Ethan y su padre no se parezcan en nada.
Aunque la forma de actuar de Ethan no tenga nada que ver con la de su padre.
Aunque…
No, no puede pasar nada entre ellos. Ahora son whānau, familia; hay límites.
Secreto. Prohibido. Irresistible.
Un retelling de Mansfield Park, de Jane Austen.