La aspirante a escritora Michelle Moss conoce a su príncipe azul en un baile de disfraces pero termina descubriendo que el hombre detrás de la máscara es Brooks Keller, el editor que acaba de rechazar su manuscrito y el ex novio que le rompió el corazón.
No fue un zapatito de cristal lo que Michelle Moss se dejó en el baile de disfraces, sino un ordenador portátil destartalado. Su conductor siguió siendo humano, su vehículo no se convirtió en calabaza y, gracias a Dios, no había ningún ratón esperándola en la puerta de su bloque de apartamentos. Pero Michelle había besado espontáneamente a su príncipe azul enmascarado y se encontraba dispuesta a encontrarlo.
Al rastrear su ordenador portátil perdido usando una aplicación de localización, esperaba que los pájaros cantaran, el arroz cayera del cielo y los créditos mostraran el final al encontrar a su verdadero amor potencial. En cambio, encontró al editor Brooks Keller, quien había rechazado su manuscrito con aires de cuento de hadas moderno. Le dijo que el libro era poco realista, inconcebible e imposible de publicar. Ah, y resulta que él también era su ex, que la dejó estando en la escuela secundaria.
Michelle necesita con urgencia un adelanto del pago por el libro para sacar a su hermanastro, no muy malvado pero sí muy irresponsable, de un lío financiero. Pero ella no quiere cambiar su final de cuento de hadas. Así pues, Michelle y Brooks hacen un trato: llevarán los personajes de su libro a la vida real y si Brooks se enamora perdidamente de Michelle, Brooks publicará el libro a la manera de Michelle. De lo contrario, Michelle realizará los cambios solicitados.
Mientras Michelle prueba la vida que siempre soñó, descubre que la química con Brooks sigue ahí después de todos los años pasados. Sabe que Brooks solo está interpretando el papel del héroe, pero todo parece tan real… Si ella continúa actuando en base a sus sentimientos, ¿Brooks le romperá el corazón por segunda vez?