Una novela, tres ingredientes: trama adictiva, narrativa ágil y diálogos ingeniosos.
A ojos de los demás, Catalina es una mujer exitosa. Sin embargo, ha construido su vida sobre los secretos y silencios de su abuela, que la crio cuando fue abandonada.
Los recuerdos de su infancia no se corresponden con lo que la mujer le ha contado. Algo no cuadra en su vida y Catalina no puede pasar página ni hallar su lugar en el mundo.
Encuentra refugio en una obsesión que la persigue desde niña: esclarecer el misterio de la trágica vida de Jeremías, un muchacho al que encontraron perdido en 1930 en la aldea donde ella nació y al que se siente extrañamente unida.
Catalina no ha vuelto al pueblo desde que tenía siete años. Sin embargo, presa de un impulso, abandona la ciudad y regresa a las montañas para investigar el caso de Jeremías. En aquel lugar, apacible solo en apariencia, un hallazgo asombroso cambiará el rumbo de su vida.