En ‘Mercaderes de la duda’, Naomi Oreskes y Erik M. Conway revelaron los orígenes del negacionismo del cambio climático. Ahora, desvelan la verdad sobre otro dogma desastroso: la «magia del mercado».
A principios del siglo XX, las élites empresariales, las asociaciones comerciales, los poderosos ricos y los aliados de los medios de comunicación se propusieron construir una nueva ortodoxia estadounidense: abajo el «gran gobierno» y arriba los mercados sin trabas. Con asombrosas pruebas de archivo, Oreskes y Conway documentan las campañas para reescribir los libros de texto, combatir los sindicatos y defender el trabajo infantil. Detallan las estratagemas que convirtieron a los economistas de línea dura Friedrich von Hayek y Milton Friedman en nombres conocidos; relatan las raíces libertarias de los libros de La pequeña casa en la pradera; y sintonizan con el programa de televisión patrocinado por General Electric que transmitió la doctrina del libre mercado a millones de personas y lanzó la carrera política de Ronald Reagan.
En la década de 1970, esta propaganda estaba teniendo éxito. La ideología del libre mercado definiría el siguiente medio siglo a través de las administraciones republicanas y demócratas, dándonos una crisis de la vivienda, el azote de los opioides, la destrucción del clima y una nefasta respuesta a la pandemia del Covid-19. Sólo si comprendemos esta historia podremos imaginar un futuro en el que los mercados sirvan a la democracia y no la repriman.