En la medianía de su vida, el sargento Bono está cansado de su vida: un empleo agotador, una relación hostil con su exesposa, una comunicación inexistente con su hija. Vive solo en la isla de Lanzarote sin un objetivo claro en su futuro. Sin embargo, la muerte de Ismael Santana, ocurrida en sospechosas circunstancias en el mar, lo obliga buscar respuestas en todos los escenarios personales del fallecido. Todos son en principio sospechosos, incluida Sara, la hermanastra de Ismael, y debido a ella, Bono se debate entre seguir la ética profesional de no involucrarse con una sospechosa o enamorarse sin arrepentimiento.