Otra llamada de teléfono.
Un nuevo correo electrónico.
Desde que Anna Fenwick, la leyenda del fútbol femenino, se ha cruzado en mi vida con esa rotura del ligamento cruzado anterior, dedico más tiempo a responder a la prensa que a mi trabajo como cirujana.
Es una auténtica pesadilla y ella es…
Esa mujer es insoportable.
Ya sabía que podría ocurrir. Sus continuos desencuentros con los periodistas deportivos o con otras compañeras son bien conocidos. Puedo entender que su mal carácter ha empeorado con la grave lesión de rodilla. Imagino que, al final de su carrera, tiene miedo de no recuperar jamás el nivel que un día tuvo… pero aguantarla comienza a ser demasiado.
Y, aun así, cada pequeño destello de vulnerabilidad en esos ojos azules es suficiente para que me plantee romper las reglas que siempre han regido mi vida.