Cita a ciegas | Patricia Bonet

Lander y Violet tuvieron la peor de las citas

Ella llegó cuarenta minutos tarde, se fue a hablar con otros tíos antes que con él y, para rematar la noche, le tiró un vaso de cerveza a la cara. Él fue un borde (según ella), un neanderthal y la llamó bajita. Así que deciden no volver a verse nunca más, pero el destino tiene otros planes reservados. Y es que, si odias a tu cita a ciegas, lo peor que te puede pasar es que tengas que irte a vivir con ella.

¿PODRÁN DOS PERSONAS TAN DIFERENTES CONVIVIR BAJO EL MISMO TECHO?

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