Iba a ser un viaje tranquilo de tres horas, hasta que ella lo convirtió en un enredo lleno de percances que él nunca podría haber imaginado.
Lord Raversby lo tenía todo pensado, en este viaje le pediría matrimonio a la señorita Jones y su vida sería justo como él quería: regia y respetable al lado de una mujer apacible. Hasta que se encontró con la entrometida, alocada e impertinente señorita Everett.
La señorita Everett nunca pretendió oír a escondidas la incómoda proposición de matrimonio de lord Raversby, ni escuchar a la dama rechazarla. Tampoco entendió por qué él se enfadó tanto cuando ella le ofreció sus consejos al respecto, ni lo mucho que a él le irritó tener que aceptar su ayuda y compartir el carruaje.
Ahora, tras unas horas en su compañía, lord Raversby consideraba a la señorita Everett una amante del desastre y exigía que tanto ella como su loco perro mantuvieran la distancia.
🌟 Una divertida aventura que podrás disfrutar si lees A un beso de distancia.