En poco tiempo me han pasado muchas cosas. He abrazado el don, me he enamorado, me han roto el corazón, me han agredido y he ayudado a solucionar un caso de Trata. No es fácil para mí recomponerme de los golpes ni de la pérdida más irreparable de todas. Sé que el Inspector Ezequiel se va a esforzar en recuperar mi confianza y aceptar mi mundo. Un mundo que también ve Ariel, su hija. Pero necesito tiempo y espacio, para volver a abrirme a todo lo que siento, sin miedo a que me vuelvan a herir. Mientras tanto, mientras me recompongo, la vida sigue en Besalú y la Muerte no descansa. Algo muy oscuro está a punto de venir. Me llamo Ada. Ada sin hache. Y soy mediadora. Esta es mi historia.