Vera pierde los papeles por una hamburguesa
Para Vera, la comida es lo más importante del día. Y lo segundo, y lo tercero… Y no hay nada mejor que un buen puñado de gominolas para acompañar un dónut bañado en chocolate. Pero claro, toda esa comida basura acaba notándose al subirse a una báscula. Su día a día es una lucha permanente por el autocontrol alimentario… una batalla que tiene perdida de antemano. Cuando su hosco pero increíblemente atractivo jefe comienza a notar que ella existe, ¿es porque tanta hamburguesa hace que sus lorzas sean difíciles de ignorar, o es algo más? ¿Podría alguien tan serio y competente fijarse en alguien como ella?
Marcos ha negado sus sentimientos desde hace tiempo
El amor a primera vista no existía para él… hasta que la vio a ella en una fotografía. Años más tarde, el azar la trajo a la misma empresa donde él trabaja, y por un breve instante, Marcos pensó que era el hombre más afortunado del mundo. Pero la chica en cuestión tenía novio y estaba fuera de su alcance. Él decidió entonces ser glacial y distante, y no implicarse emocionalmente ni con ella ni con nadie. Cuando se entera de que serán vecinos durante algún tiempo y de que ella ha roto con su novio, ¿será capaz de renunciar a su antigua coraza y de abrirse a las posibilidades que le depara el destino?
Juntos desentrañarán un misterioso enigma
La tía de Vera sufre un desgraciado accidente y Vera olvida sus propios problemas para acudir a su lado… donde vivirá los momentos más surrealistas imaginables. Con cartas que tardan cuarenta y séis años en llegar a su destino, un misterioso admirador de la tía, robos, intrigas familiares y una compleja trama de rencillas, Vera necesitará apoyarse en alguien a quien apenas conoce: su jefe. Los dos tendrán que unir fuerzas para salir del atolladero. Y el peligro acecha. ¿Serán capaces de resolver el intrigante rompecabezas antes de que suceda nada grave? Y más importante todavía, ¿serán capaces de aceptar sus sentimientos?